Aupa ahí.
La única manera de poder visitar países verdaderamente lejanos con tu propia moto sin dejar de trabajar es organizarse un viaje por etapas: el mes de vacaciones lo aprovechas para avanzar y disfrutar de la moto, los once meses laborables dejas la moto guardada en un taller por el camino, y al año siguiente vuelves a por la moto para continuar otro mes de viaje partiendo de donde la dejaste el año anterior.
Con este planteamiento llevo ya dos etapas:
- Etapa 1. Verano 2015: Bilbao-Kirguistán (os hablé de este viaje aquí)
- Etapa 2. Verano 2016: Kirguistán-Camboya.
Los únicos países de Asia que te permiten dejar la moto todo un año son: Kirguistán, Mongolia y Camboya, de forma que no tuve mucho donde elegir. En el mapa siguiente podéis ver el recorrido realizado este verano.
Para empezar una semana por Kirguistán.
Este país rivaliza con Mongolia como destino favorito para andar con una moto de trail: pistas, naturaleza, paisajes... y todo semivirgen, sin tráfico y sin nadie.
Es un país muy montañoso con un clima muy continental, lo que hace que muchas zonas sólo sean transitables de Junio a Septiembre.
Nieves en cuanto se asciende un poco…
...y colores espectaculares cuando se baja.
Algún pequeño pueblo de vez en cuando…
Pero, en general, una semana solitaria.
Duermo en yurts siempre que puedo.
El interior es confortable pero la madera de la estufa no dura toda la noche, y en cuanto se consume, se pasa frío. Aquí, en concreto, estamos a 2600m de altura y a la noche la temperatura fuera bajó a -8ºC.
Bonitas curvas para subir al lago Goi-Bol, situado a 3000m de altura y congelado de Octubre a Marzo.
Otro lago, el Issyk-köl de 170km de longitud.
Cerca un parque con petroglifos.
Muchos son de la edad de bronce, y en un entorno abierto.
Salgo de las pistas donde he estado una semana y cojo la carretera principal dirección Sur, dirección China.
En el Sur de Kirguistán la cordillera del Pamir domina el paisaje.
Entro en China. Mucha burocracia para entrar con la moto. Hace falta matrícula china, carnet de conducir chino, un guía... Este tramo lo hice con otros dos moteros a los que conocí por internet para compartir gastos.
Principal destino en China, Kasghar, punto clave en la antigua ruta de la seda.
Un pueblo de China donde ni se habla chino ni se comparte culturalmente nada con China; entre otras cosas son musulmanes. Sin embargo, que no falte la estatua de Mao en el centro de la ciudad.
Muecín llamando a la oración a la vieja usanza, sin minarete.
En Kasghar empieza la Karakorum Highway que termina en Islamabad.
Una carretera que aparece en los primeros lugares de todos los rankings de mejores carreteras del mundo.
Gasolinera por encima de los 3000m de altura.
Y el Khunjerab Pass, paso fronterizo con Pakistán a 4693m. Visto desde el lado chino...
...y visto desde el lado pakistaní.
Nada más entrar en Pakistán, lo que sería una constante en todo el país, todo el mundo en busca del selfie y de la foto con el extranjero de la moto.
Pillamos casi toda la Karakorum nublado, pero en cuanto salía el sol los paisajes eran increíbles.
Desde luego, por los rules que les he dado a su moto, éstos de Aprilia ya me podrían patrocinar o dar algún regalito…
Para los amantes de la geología. En este punto confluyen e inician las cordilleras del Himalaya (a la derecha), la del Karakoum (al fondo) y la del Hindukush (a la izquierda), las tres más altas del planeta.
Al fondo se habría visto el Nanga Parbat de 8125m.
Pakistán me encantó. Y su gente también.
Único control militar del trayecto. La zona norte por la que estuvimos nosotros es segura.
Portadores de hielo…
La carretera es, en general, buena pero, de vez en cuando, te encuentras con tramos en muy mal estado.
Estamos en vísperas del Día de la Independencia en Pakistán, banderas por todos los lados.
En Abbottabad (más conocida ahora por ser donde cazaron a Bin Laden) termina la montaña, los paisajes y la tranquilidad, y empieza el Pakistán urbano y el tráfico.
Poco más adelante se encuentra la capital, Islamabad, una ciudad moderna, cómoda.
La mezquita Faisal, una de las más grandes de Asia.
El monumento de Pakistán.
Moderna.
Seguimos hacia la India y llegamos a la frontera Wagah entre Pakistán e India, lugar de la estrambótica ceremonia de cierre de fronteras.
Coincidió que era el Día de la Independencia India, así que estaban previstas hordas de gente en dicha ceremonia y no nos dejaron quedarnos. La foto siguiente es robada de internet.
Y ya estoy en la India.
Cerca de la frontera está Amritsar y su templo dorado.
Tardo poco en darme cuenta de lo poco agradable que es andar en moto en este país: muchísima gente, muchísimos coches y motos, carreteras deplorables, conducción caótica, vacas...
No obstante, tiene sitios indudablemente interesantes.
Nueva Delhi.
Su fuerte rojo…
Jama Masjid…
Memorial Mahatma Gandhi…
Jaipur.
Agra.
Aquí se encuentra una de las siete maravillas del mundo.
Sigo hacia el Este y llego a Vanarasi (Benarés). India en pura esencia.
La encuentro inundada en algunas zonas por el Ganges.
Trato de sacar una foto de la moto a pie de este sagrado río, pero nada más bajar me rodean.
Parking deluxe.
Benarés es la ciudad sagrada del hinduismo. Para los que profesan esta religión que te quemen al morir y tus cenizas vaguen por el Ganges te asegura una buena reencarnación. Hindúes de todo el mundo traen a sus familiares a esta ciudad para ser quemados.
Para las familias pudientes el ritual empieza la noche anterior con bailes y ofrendas.
Al día siguiente, a pie del Ganges, se realiza la cremación.
La gente espera su turno…
Al estar el Ganges desbordado el acceso se hace en barca.
Aquí llevan el cuerpo.
Hay cremaciones las 24 horas del día. Hace falta mucha madera. Detrás de la torre roja se estaban realizando en este momento; pude verlo desde la distancia pero no me dejaron fotografiarlo.
Baño purificador en el Ganges.
Visita a un templo que es rojo ladrillo por fuera, pero verde en su contenido.
Hoy abandono la India. Tomo dirección norte hacia Nepal.
La frontera está a 280km que tardo 10 horas en recorrer; creo que ya he comentado antes que he estado en países mejores para andar en moto.
Cerca de la frontera, en Nepal en lo que ahora es Lumbini, nació Budha. Dentro de los Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco es en la actualidad punto obligado de peregrinación para los budistas de todo el mundo.
En las proximidades gente cantando trasmitiendo buen karma…
Templo y columna donde dicen que nació.
Tras otra jornada de malas carreteras llego a Katmandú.
Monjes budistas me saludan a la llegada a su monasterio Kopan.
Más templos: Swayambhunath.
Pashupatinath…
Para seguir avanzando hacia mi destino en el sureste asiático decido esquivar Myanmar. Este país tiene regulaciones sobre importaciones de vehículos que cambian con facilidad; no me la puedo jugar y hago lo que la mayoría…
...en el aeropuerto de Katmandú…
…en el aeropuerto de Bangkok…
Sigo ruta. Debo finalizar mi viaje en Camboya.
Y entro en Camboya.
Obligada parada en Siem Reap, donde se encuentran los templos de Angkor. Son, por supuesto, Patrimonio Mundial según la Unesco; fueron también finalistas para entrar en el grupo de las siete maravillas del mundo moderno, por eso lo llaman la octava maravilla.
Pese a la cantidad de turistas es, efectivamente, una maravilla.
Más de 200km cuadrados de templos construidos en su época gloriosa, posteriormente abandonados, luego engullidos por la selva, y finalmente redescubiertos en el s. XIX.
Y con esto termino la crónica de este año.
Espero haberos entretenido un rato.
Ondo ibili.