Aupa ahí.
Este
año me cuadra poder disponer de unas semanas en Julio-Agosto para
hacerme un viaje en moto. Siendo verano prefiero tomar dirección Norte.
La ruta seguida se ve en el siguiente mapa.
12 paises. 12500km. Ahí van unas fotos.
Primera parada del viaje en Saint Gervais, en los Alpes franceses. En esta localidad se encuentra el Mont Blanc.
Bajo a estirar un poco las piernas…
… y para cuando me doy cuenta ya estoy arriba (4808m).
Unos crampones y un piolet es algo que nunca debe faltar en una maleta de moto que se precie, jeje.
Comentar que la ropa de moto se comporta estupendamente en montaña; salvo casco y botas, todo lo demás va perfecto.
Mando para casa lo que ya no necesito y sigo viaje sin detenerme demasiado hasta llegar a la frontera rusa.
Frontera rusa:
- carnet de conducir internacional
- Visado ruso, que requiere:
o Seguro de viaje con agencia concertada
o Carta de invitación
Una
vez en Rusia, el pasaporte hay que registrarlo. Se encargan los hoteles o
albergues donde se pernocta. No hacerlo si estás más de 3 días es delito
(de ellos y tuyo).
Entro
en Rusia por la carretera que lleva a Pskov. Esperaba largas colas de
camiones y funcionarios sin ningún interés por ayudar al que no entiende
el ruso. No hubo ni una cosa ni la otra; todo relativamente fácil.
Primera foto en Rusia. Buena carretera, largas rectas, árboles a ambos lados. Una tónica allí.
Gasolina
a 0,85 €/l. En muchos sitios se podía pagar con tarjeta, pero se les
veía en la cara que preferían en metálico. Se pagaba por adelantado;
había que decir cuántos litros sin pasarte porque no te devolvían el
dinero.
Y llego a San Petersburgo.
Bonita ciudad. Muy prusiana. Nada que ver con el resto de Rusia que vi.
Primera foto allí del tan nombrado en las guías Museo Ermitage.
No
soy nada de museos, sin embargo, medio forzado por la gente a la que
había dicho que iba a San Petersburgo, entré. La verdad, si fuera una
cuarta parte de grande seguiría pensando que es enorme. Hay de todo,
desde la era egipcia a la actual. Para sacar fotos hay que pagar. Yo
robé éstas.
Iglesia de la resurrección.
Unos días haciendo de peatón en San Petersburgo y tomo dirección Norte. Destino Murmansk.
Monótona carretera.
Ni una vez cruzado el círculo polar ártico cambia el paisaje.
Por el camino pequeños y grandes lagos.
Aquí, por ejemplo, comienza el lago Ladoga, el más grande de Europa.
Otros más pequeños.
Me desvío hacia Rabocheoskov para fotografiar el Mar Blanco, un mar que no sabía que existía hasta que hice este viaje.
No habrá llegado mucha gente hasta aquí en moto. Desde que salí de San Petersburgo no me crucé con ninguna.
En Rusia se puede hacer acampada libre.
De
todos los consejos y advertencias que se leen por la web referente a
Rusia, sin duda el más exacto es el que hace referencia a la cantidad
de mosquitos que hay aquí en verano, y que no dejan de atacarte. La foto
siguiente no es buena pero las pequeñas manchas que se ven son
mosquitos asesinos. Repelente de mosquitos es absolutamente
imprescindible.
Ya
casi en Murmansk veo, por fin, algún cambio en el paisaje: pequeños
montes que en invierno (de Octubre a Junio) se convierten en pistas de
esquí.
Llego a Murmansk. La ciudad ártica más grande del mundo.
La ciudad no es nada bonita. Lo único destacable es la estatua del soldado Alyosha.
Por este puerto pasan los submarinos nucleares que Rusia tiene en la zona.
Según los nativos aquí sólo hace bueno en Julio y algún día de Agosto. Yo estuve a 23ºC.
Aquí
hice un cambio de aceite y aproveché para colocar la goma trasera que
llevaba conmigo (la desgastada me la llevé por si acaso). De haber
tenido y/o encontrado recambio de la delantera la hubiera cambiado
también. Tuve que aguantar con ella hasta Alemania, en no muy buenas
condiciones.
Salgo
dirección Noruega. Los 200km hasta la frontera están muy militarizados:
tanques y militares por todos los lados, y carteles en inglés
advirtiendo de que los extranjeros tienen prohibido detenerse y/o
desviarse de la carretera principal. Un cicloturista alemán que está
dando la vuelta al mundo (¡éstos sí que tienen mérito!) con el que
compartí habitación en Murmansk me dijo que se paró un segundo para
quitarse el anorak y no le dejaron.
Yo
paré para sacar tres fotos. La primera de uno de los numerosos
monumentos que hay por el camino en referencia a la 2ª guerra mundial.
La segunda de un nuevo cambio de paisaje: ahora domina la tundra.
Mi
plan era gastar mis últimos rublos en la gasolinera de Nikel, último
pueblo antes de la frontera (siguiente foto). Pasé; si alguien los
quiere…
Salir de Rusia fue también fácil.
Al entrar en Noruega me recibe una joven funcionaria que sonríe al ver el origen del pasaporte.
El
contraste de paisajes de un lado a otro de la frontera es enorme. Paso
de un país (al menos la parte que yo he visto) más bien gris y
abandonado para el turista, a un país tan fotogénico que parece estar
hecho por ordenador. Después de unos días esforzándome en tratar de
encontrar algo digno de fotografiar, tras pasar la frontera daban ganas
de fotografiarlo todo.
El primer pueblo noruego según se entra de Rusia es Kirkenes.
El mar de Barents tiene otro color aquí.
Tomo dirección Cabo Norte.
Empiezan a aparecer los renos.
Aparecen donde menos te lo esperas y te
obligan a frenar y a esquivarles, no sin apuros. Al primero
que te encuentras dices: ‘Uy!, un reno. ¡Qué mono!’. Después del segundo ya no los ves tan simpáticos.
Nublado sol de medianoche.
Madrugo. En estas tierras, en esta época, hay luz las 24 horas; no cuesta madrugar.
Aparco
la moto un poco antes de Cabo Norte y cojo un sendero que lleva a
Knivskjelodden, el punto más al Norte de Europa (con acceso terrestre).
Son 9km (5-6 horas i/v) de camino, en ocasiones bastante embarrado, pero bien señalizado.
Transcurre paralelo al acantilado de Cabo Norte que va quedando a la derecha.
Evidencia
del GPS con Capo Norte a la derecha y la flecha que indica mi situación
en el cabo Knivskjelodden, 1500m más al Norte (71º 11’ 07”N).
2100km separan este punto del Polo Norte.
Ahora toca regresar a casa. Decido cruzar Noruega de Norte a Sur hasta Oslo y allí ferry hasta Dinamarca.
Fotos de los fiordos del Norte (vistosos incluso con lluvia).
La carretera no es continua; algunos tramos son unidos por ferrys.
Unos pocos rayos de sol...
Fiordos de Geirander, también con lluvia.
Más fiordos al Sur.
Última foto del viaje ya en las afueras de Bilbao. Y con ganas de llegar que empiezan las fiestas.
Espero que os haya gustado.
Agur. Ondo ibili.