Aupa ahí:
A continuación mi viaje de este verano pasado en moto: SERBIA, BOSNIA
HERZEGOVINA y MONTENEGRO.
Con la incertidumbre aún post-covid no quise aventurarme a planificar nada
con mucha antelación; por ello, casi a última hora, me decidí finalmente por algo
sin riesgo por Europa: avión a Belgrado y alquiler de una Kawasaki Versys allí en
ProRides. Fueron siete días, abajo podéis ver mapa con el trayecto y lugares destacables:
Primera foto en Belgrado: moto en primer plano, y Ministerio de Defensa
en segundo para mostrar cómo, deliberadamente, aún mantienen uno de sus edificios bombardeados por la OTAN en 1995 sin reconstruir; para que la gente lo recuerde.
Belgrado me pareció una ciudad agradable.
En Belgrado nació Djokovic, su héroe nacional. Omnipresente.
Empiezo ruta hacia el norte y, como siempre en mis viajes, muchas ganas al principio de detenerme en todos los sitios…
Monasterio Krusedol...
En el exterior de su capilla unos frescos muy deteriorados que no reflejan, para nada, los estupendamente bien conservados que se encuentran los del interior...
Muy cerca Sremski Karlovci, ciudad de postal.
Fortaleza Petrovaradin al otro lado del Danubio.
Ahora apenas hay nadie en la fortaleza…
Estos países no se posicionan en el conflicto actual . Uno puede ver y escuchar canales rusos, consumir productos rusos, gasolineras rusas...
Al de poco de cruzar la frontera se encuentra Srebrenica.
Por si no fuera poco haber estado presente muy de primera mano en las dos guerras mundiales del siglo XX, en estos países padecieron una tercera en los noventa, y no menos sangrienta. El nombre de esta ciudad ha quedado ya para siempre ligada al genocidio de 1995.
8372 tumbas con sus nombres...
Llego a Sarajevo, capital de Bosnia Herzegovina. Mucha mezcla cultural y
religiosa, pero donde, tristemente, gran parte de sus atracciones turísticas están
asociadas a acontecimientos bélicos:
Túnel por el que algunos habitantes de la ciudad consiguieron escapar y evadir los casi cuatro años de asedio serbio a la ciudad (1992-1996) durante la guerra de los Balcanes. Fueron 1425 días de asedio; en el más famoso asedio a Leningrado de la WWII estuvieron 872). Túnel para llegar al otro lado de la valla en la zona libre del aeropuerto.
En esta esquina donde se arremolina gente junto a mi moto es donde asesinaron en 1914 a Franz Ferdinand, heredero al trono austro-húngaro, lo que desencadenó la Primera Guerra Mundial.
Ahí concretamente…
Pero, como decía, la ciudad tiene su mayor encanto en la mezcla cultural…
Y llego a Mostar. Muy famoso su ‘old bridge’.
Ambiente por las proximidades...
Sigo ruta para visitar este curioso monasterio en Blagaj.
Más adelante agradable y refrescante parada en Kravica.
¡Al agua patos...!
Pocitelj....
Necrópolis de Stećci de Radimlja. No sé qué tienen estas cosas que me
atraen tanto.
Bosnia y Herzegovina tiene este nombre compuesto porque en su día eran dos regiones diferenciadas. En Mostar, por ejemplo, hacen mucha mención a Herzegovina. Tras la división de Yugoslavía esto se complicó muchísimo más hasta el punto de que, en la actualidad, el país tiene tres presidentes a la vez como única medida para mantener la estabilidad: uno bosniocroata, uno serbobosnio y uno bosniaco. Sin embargo, los serbobosnios quieren ir más allá y han planteado la creación de la República de Srpska independiente muy afín a Serbia que ya tiene su delimitación territorial prácticamente definida.
Mantienen moneda e idioma, pero es muy llamativo cómo súbitamente han desaparecido por completo cualquier motivo y escritura árabe/musulmán. Los serbobosnios son cristianos ortodoxos. La siguiente iglesia en Trebinja, ya cerca de la frontera.
Lloviendo cruzo a Montenegro.
A diferencia de los otros dos países del viaje, en Montenegro la divisa es
el euro. La gasolina, por cierto, casi medio euro más barata aquí.
Alojamiento en la muy escénica bahía de Kotor.
Salgo de la bahía por un pequeño puerto de curvas cerradas hacia Lovcen que van dando paso a grandes vistas.
Mucho turismo local...
Más hacia el norte se llega al parque Durmitor. Tiene rutas en moto muy interesantes.
Ya la forma de los
tejados aquí da idea del frio que debe hacer aquí en invierno.
Un poco de trekking en busca de un lugar desde donde dicen hay una muy buena panorámica del segundo cañón más profundo del mundo, el Tara Canyon (para los curiosos, el más profundo del mundo es el del Colorado). El paseo es agradable, la panorámica no tanto; no sé si en invierno con más agua en el río será otra cosa.
Nuevamente en Serbia para recorrer la parte este del país. Aquí el único cuidado es no pasar muy cerca de la frontera kosovar, que deben estar a tortas otra vez.
Subiendo, meandro a 180º.
Arriba del todo una de las postales típicas de Serbia: el Uvac Canyon. Lo apartado y lo difícil de su carretera lo hacen muy poco visitado. No obstante, he visto cómo estaban asfaltando ya parte, de forma que esto segundo, para bien o para mal, dejará de ser excusa.
Monasterio de Studenica por el camino…
Ruinas romanas de Gamzigrad al este del país.
Espléndido desayuno nuevamente al borde del Danubio en pleno parque natural Derdap para dar inicio a mi completísima última jornada aquí.
Empiezo con la imponente, incluso en la distancia, estatua del rey Decébalo
en el lado rumano del río. La más alta de Europa.
Garganta Gran Kazan, el punto más estrecho del río en la zona.
Playa en Deciji…
Restos mesolíticos de hace 8000 años en Lepenski Vir…
Y despedida con la fortaleza Golubac al fondo.
Agur.
Ondo ibili.